No es ajeno a nosotros el fenómeno de la bancarización de la mediación de seguros. Desde hace unos años, se trata de un fenómeno bastante generalizado en Europa que comercializa de forma integrada la actividad aseguradora con la actividad bancaria, lo que resulta conveniente tanto para los bancos, que buscan la entrada de un negocio alternativo, como para las compañías de seguros, que consiguen nuevas vías de comercialización. Dentro de estos productos podemos encontrarnos, planes de pensiones, seguros de vida de ahorro o incluso los productos de ahorro/inversión.
No obstante, ¿Qué está ocurriendo al comercializar este tipo de productos? Una desintermediación financiera por parte de la banca al controlar los recursos captados por la actividad aseguradora y al tener como principal factor de éxito y competitividad, la extensión y cualificación de su red de distribución.
Así, aparece la figura de los operadores de banca-seguros creado por la Ley 26/2006, de mediación de seguros privados, es decir, la entidad de crédito trabaja como un agente de seguros por cuenta de una o varias compañías de seguros.